lunes, 27 de abril de 2009

¡¡ME VOY!! --- I'M OFF!!

Niños, me voy de vacaciones. El 29 a Madrid y del 2 al 9 de mayo a Cartagena de Indias (Colombia) a celebrar las bodas de plata de mi ex y padre de mis hijas, Fernando. Voy con mis hijas, algunos de mis nietos, mi cuñada (hermana de Fernando) y su marido que celebrarán sus bodas de oro. Luego me quedaré en Madrid hasta el 16 de mayo. Ya os contaré a la vuelta qué tal nos ha ido porque con todo este lio de la fiebre porcina, no sé, no sé, cómo acabará la aventura... Me iré con mascarilla, por si a caso... ¡Nos léemos el 17 de mayo! (si los dioses quieren...). Muchos besotes a todos mis queridos bloggers.

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I'm off on holidays. This Wednesday 29th to Madrid and from the 2nd May to the 9th in Cartagena de Indias (Colombia) to celebrate the Silver Wedding Anniversary of my ex and father of my daughters, Fernando. I'm going with our daughters, some of my grandchildren, my sister-in-law (Fernando's sister) and her husband who will be celebrating their Golden Wedding Anniversary. Afterwards, I'll stay in Madrid until the 16th May. I'll let you know on my return how the trip went because with this new pandemia of the "pork influenza" I don't know how it will all end (I'll wear a mask, just in case...) ¡So, we'll continue reading eachother on the 17th May--God willing...! Lots of kisses to my beloved bloggers.

MAS REFUGIADOS -- MORE REFUGEES

"La resaca seguía empujando hacia París a los dirigentes más destacados del gobierno de la República, pero tambien a Burdeos, a la Provence y a pueblos fronterizos catalanes iban llegando multitud de españoles que, viendo muy turbio el final de la guerra--pues los de Franco continuaban apoderándose del terreno--preferían observar desde Francia el desarrollo de los acontecimientos.

De Barcelona y Valencia llegaban por la frontera catalana trenes, autobuses y aviones cargados de gente de todas clases sociales: obreros, campesinos, señores, mujeres del pueblo, damas encopetadas, viejos, niños... Entre ellos había socialistas, catalanistas, republicanos, anarquistas...

Muchos eran enviados al interior de Francia, donde comenzaban a funcionar los campos de concentración. La mayor parte de los huidos se encajaba como podía. Las mujeres encontraban colocación con bastante facilidad en servicios domésticos. Tampoco les faltaba trabajo a las que sabían coser, pero las oficinistas y las pocas mujeres de carrera que había en aquella época no encontraban ningun empleo. Con los hombres ocurría lo mismo. Se colocaban con bastante facilidad en faenas del campo o como albañiles, zapateros remendones, peones de carretera, peluqueros, hortelanos, etc., pero los que no podían o no sabían trabajar manualmente, los intelectuales, los que ejercían profesiones liberales, los hombres de carrera y los artistas, lo pasaban muy mal.

En esa situación se encontraba el escultor Sebastián Miranda, que aparecía de vez en cuando en el bar de la rue de la Tremoille. Se daba cuenta de que el barman y su mujer estaban fuera de su ambiente y les solía decir:
--Veo que andan ustedes como yo, de cabeza. Estamos como los rusos blancos de la época de los zares, pero a la inversa.

A este famoso artista le encargaron en París dos o tres bustos con los que pudo arreglar un poco su situación económica, pero tuvo que pasar por el trance de ver morir a su esposa en aquellos angustiosos momentos. Años mas tarde, en Madrid, ya de nuevo triunfante y agasajado por todos, cuando en una de sus amenísimas tertulias alguien hacía alusión a la época de su estancia en París durante nuestra guerra, solía atajar: --¡Por Dios! No quiero hablar de ese momento tan triste de mi vida."

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Refugees continued pouring into France in buses, trains, planes. Franco was winning more territory in Spain and people preferred to see what would happen from this country. They went to Bordeaux, to the Provence; they were from all walks of life: workers, farmers, gentlemen, country women, posh ladies, old people, children and among them there were: Socialists, Catalan nationalists, Republicans, Anarchists...

Many were sent to the interior of the country where concentration camps started to function. The majority tried to make the best of the situation. Women easily found work as maids and those who knew how to sew also found work but it was nearly impossible for secretaries or professional women. The same thing happened with the men. They easily found work as farmers, cobblers, bricklayers, labourers, hairdressers, etc., but intellectuals or those who had liberal professions, and artists had a very difficult time.

The sculptor Sebastián Miranda was in that situation. He often went to the bar of the rue de la Tremoille. He also noticed that the barman and his wife were out of their usual habitat... He said to them: --I see that you're in the same situation I'm in. We're like the white Russians of the Tzarist times but inversely.

This famous artist was assigned to sculpt two or three busts which helped him to get along, however, he had to go through the anguish of losing his wife, who died in those difficult times.

Years later in Madrid when he was asked about his time in Paris, he would cut anyone short saying: -- Oh, God! I don't want to talk about that tragic part of my life.

sábado, 25 de abril de 2009

EL RESTAURANTE - THE RESTAURANT

"Llegó el dia de la apertura del restaurante. Bajo los focos de la cocina, deficientemente ventilada, Araníbar, el cocinero, con su altísimo gorro blanco, tenía ya los fogones llenos de cacerolas y sartenes, mientras Juanita, su mujer, con un amplio mandil de hule, esperaba ante la fregadera a que empezaran a llegar los platos sucios.

Delante de la puerta de entrada, se alineaban las muchachas de servicio, firmes y con el paño blanco al hombro. Las de Régil, de cara lavada y lozana, estaban muy intimidadas. Recién llegadas desde el caserío, la aventura que habían emprendido las asustaba. Las dos francesas, ya duchas en el oficio, ajadas, maquilladas y con los labios grasientos y desbordantes de pintura, esperaban con mucha desenvoltura la llegada de los primeros clientes.

Perico, el botones, sobrino de la cuñada de Larrabeiti, ufano con su flamante chaquetilla roja, estaba emocionado ante los inicios de su primera actuación. En el bar, María y Miguel--éste con chaqueta blanca--estaban ya preparados detrás de la barra. Se miraban sonrientes, sin casi darse cuenta de que aquello no era un juego.

Para la inauguración fueron invitados varios dirigentes de la República española. (Nota mia: lástima que no den nombres...). Éstos se habían refugiado en la capital francesa, donde no permanecían inactivos, y desde allí esperaban ver el final de la sangrienta contienda que marcaría el rumbo futuro de sus vidas. Tambien se invitó a literatos, artistas y hombres destacados de la España liberal, que contemplaban de lejos los trascendentales acontecimientos. El embajador Osorio y Gallardo inventó una excusa para justificar su ausencia, pero acudieron varios ministros de la República y el Consul General con su esposa. (Nota mia: una vez mas sin nombres...)

Miguel y María, inexpertos en estas lides, y aun a pesar de cometer algunas torpezas, manejaron con bastante soltura la cafetera exprés, "tiraron" sin demasiada espuma la cerveza del barril y manipularon con relativa serenidad las botellas de complicadas marcas y variados colores. Afortunadamente, se había decidido no servir "garrafa" (Nota mia: la sangría escarchada) aquel dia. Al siguiente, en el bar y el comedor, funcionaba todo con normalidad y fueron apareciendo caras conocidas. Aquel restaurante, por un fenómeno nada extraño y fácil de explicar--pues la mayoría de los que se refugiaron en París eran de izquierdas--, fue desde el principio el lugar de reunión de todas las personas importantes de la España roja.

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The day of the restaurant's opening arrived. The cook, Araníbar, with his tall white hat had everything ready, the pots and pans, while his wife Juanita, with her long plastic apron, was ready to wash the first dishes.

At the entrance, the waitresses lined up with a white napkin over their shoulders. The Basque ones, with their soap-washed faces were a bit worried with their new responsibility while the two French ones, more experienced, heavily made-up, pouting lips smeared with lipstick, sure of themselves, awaited the clientele.

Perico, the bellboy, nephew of Larrabeiti's sister-in-law, was very happy with his flashing red jacket, awaiting his first "performance". In the bar, María and Miguel were already prepared behind the bar. They smiled and looked at eachother without realizing that it wasn't a joke.

For the inauguration various leaders of the Spanish Republic had been invited as well as other intellectuals, artists and important Spanish liberal personalities.

Miguel and María unexperienced as bar attendants, managed themselves quite well with the Expresso Coffee Machine, drawing beer without too much foam, and managing the various complicated drink brands and colours. The following day everything went smoothly and familiar faces appeared. The restaurant became, right from the beginning, the meeting place for the "intelligentsia" of the "red" Spain.

viernes, 24 de abril de 2009

MAS "ARABWOMANBLUES" --MORE "ARABWOMANBLUES"

Perdonad que haga otro inciso en las historias de mis tios, pero os recomiendo de nuevo el último post "Saturation" de mi blogger iraquí "Arabwomanblues". Me da tanta pena, tanta angustia que no sé qué decir... Solamente lanzo un grito ¡¡¿¿QUÉ PODEMOS HACER PARA RESARCIR A LOS IRAQUÍS DE TANTA IGNOMINIA E INJUSTICIAS??!!


Once more, I make an incision in my stories about my aunt and uncle, to recommend the last post "Saturation" of my Iraqui blogger "arabwomanblues". I feel so sad, so frustrated for not being able to do anything that I can only scream "WHAT CAN WE DO TO MAKE UP FOR ALL THE INJUSTICES THAT HAVE FALLEN UPON THE IRAQUI PEOPLE!!??"

jueves, 23 de abril de 2009

EL "GERNIKA" Y CALDER

"Con el restaurante a punto de inaugurarse, los preparativos llegaban a su fin. En la cocina habían sido instalados ya los fogones, y las pruebas dieron un resultado satisfactorio. En el bar--decorado con las escenas taurinas de Ricardo Marín y las ventanas andaluzas cuajadas de flores--, se mostraba oronda sobre el mostrador la cafetera express toda reluciente. Detrás, en las estanterías, brillaban las botellas de mil formas y colores.

Entre tanto, en el recinto de lo que iba a ser la Exposición Universal, continuaban los trabajos en los pabellones a un ritmo febril. La España republicana presentaba el suyo con gran entusiasmo. Como se pensaba instalar en su interior un restaurante con platos típicos españoles, le ofrecieron la dirección al eibarrés. A este le pareció que el ofrecimiento era de gran responsabilidad y trabajo, y lo rechazó en un principio, pero su mujer y una cuñada que acababa de llegar de Barcelona no se arredraban fácilmente, y acabaron por convencerle para que aceptase la oferta, alegando que el trabajo del pabellón de la Exposición se podría combinar muy bien con el restaurante de la rue de La Tremoille.

Bastante adelantadas ya las obras del pabellón español, María y Miguel fueron una tarde a verlo. En el centro del vestíbulo, surgía del cemento un tubo sobre el que se pensaba montar una fuente de mercurio. A continuación del vestíbulo, se abría un amplio espacio, una especie de patio donde serían colocadas las sillas y las mesas, y al final se elevaba un ancho estrado donde tendrían lugar los bailes populares. Al fondo de este estrado, en la pared, estaban colocando un cuadro de grandes dimensiones, el aún desconocido "Gernika" de Picasso. María y Miguel no sospechaban que iban a tener el privilegio de ser de los primeros en contemplar aquel lienzo, que llegaría a ser admirado por el mundo entero. Cuando quedó colocado el cuadro, lo observaron--hay que decir la verdad--sin gran entusiasmo, y convinieron en que era extraño y embarullado, y en que no entendían su significado.

Unos dias despues, Miguel tuvo que volver al pabellón español. La fuente de mercurio estaba ya totalmente montada. Entre unas chapas delgadas, retorcidas, que parecían de hojalata, aparecía el tubo de donde surgía, con pretensiones de surtidor, un chorrito de mercurio que iba a caer a una cubeta--tambien de chapa--que rodeaba el tubo.

A Miguel aquello le pareció un trabajo muy rústico y mal realizado, y dijo al que estaba a su lado, empleando un término vasco muy propio de su zona de origen:

--¡Qué zarpallería! (nota mia: qué birria)

Años despues se enteró de que aquella fuente era obra de Calder, el autor de los famosos móviles. Miguel pensó entonces que aquella mezquina fuente del pabellón español, si hubiese sido realizada en mayores dimensiones y con materiales nobles, podría haber dado una obra de arte de consideración. Su idea fue ratificada a la vista del ingenioso móvil de Calder, que contempló años más tarde, moviéndose lenta y majestuosamente a impulsos del aire, delante del edificio de la UNESCO de París.

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In this extract, Miguel and María went to see the Spanish Pavilion of the World Exhibition that was taking place in Paris at the time. They were surprised to see Picasso's "Guernica" (they were two of the few persons who saw it for the first time) exhibited. They didn't like it very much, because they found it a bit confusing and didn't quite get the message... Also, outside the Pavilion there was a Calder mobile which they didn't like either (at first, they didn't know whose art work it was). It was a sort of tin fountain spurting mercury onto another tin can underneath it. They found it "cheap" compared to the mobile my uncle saw, years later, in front of the UNESCO building in Paris.

martes, 21 de abril de 2009

COTILLAS - GOSSIPS

Mi tia sigue con el tema de Alcalá-Zamora:

"Se comentó entonces que debían de ser muy poco comunicativos. Al vecindario le había llamado la atención ver colgados de la manilla de la puerta de su piso, por el lado de la escalera de servicio, un bolso de punto para recoger el pan y un pequeño cántaro para la leche. Debajo, en el suelo, solía haber un platillo con el dinero para pagar al panadero y al lechero sin necesidad de hablar con ellos.

Este aire misterioso espoleó aún más la curiosidad de los habitantes del tercer piso. Las sobrinas del eibarrés, sobre todo, y un primo segundo que acababa de llegar de Valencia, tenían mucho interés por ver cómo era de cerca el ex presidente y también su familia. Se les ocurrió que, si dejaban caer por el patio interior alguna prenda sobre la fresquera de la cocina del ilustre vecino, éste no tendría más remedio que asomarse a la ventana para retirar la prenda. Pusieron en práctica la estratagema. El primo lanzó con mucha destreza y tino una camiseta que fue a posarse justamente sobre la fresquera. Entonces enviaron a una de las niñas para que llamase en el primero y rogase con toda corrección que le hiciesen el favor de devolverle una prenda que "por descuido" había caido sobre la fresquera de su cocina. Mientras la niña bajaba las escaleras, los demás se parapetaron detrás de las ventanas acristaladas del patio, con la esperanza de ver asomarse al ex presidente. Pero quedaron defraudados. Cuando se abrió la ventana que daba a la fresquera, vieron a un hombre joven con gafas, que alargaba el brazo para poder alcanzar la camiseta. La metió dentro y cerró la ventana sin percatarse de que dieciseis ojos le espiaban.

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My aunt continues with the story of Alcalá-Zamora, ex-president of the Spanish Republic:

All the neighbours commented, in those days, that the Alcalá-Zamoras were quite unfriendly. They had noticed that every morning they hanged a cotton bag out of their service door for the bread, and placed a small pitcher for the milk; underneath there was a plate with money to pay the bread-man and milk-man without needing to talk to them.

This mysterious behaviour enhanced their curiosity. The Larrabeiti's nieces and, especially, a second-cousin who had just arrived from Valencia were very curious to see the ex-president in person. They decided that if they let a piece of clothing fall on to their balcony from the inside patio, he wouldn't have a choice but to appear to fetch it. They did it. The cousin threw a shirt which, strategically, fell over their clothes-line. Then, they sent one of the nieces to go down and, very politely, ask about the missing shirt that had just fallen. While the child went down, everybody else was looking behind the glass windows, hoping the ex-president would show up. However, they were disappointed. When the window was opened, they saw a young man with glasses reaching out for the shirt. He grabbed it and closed the window without knowing that sixteen eyes were eagerly watching.

lunes, 20 de abril de 2009

UN VECINO ILUSTRE - AN IMPORTANT NEIGHBOUR

"En el mismo barrio de Passy, cerca de la Muette, se formaba un mercado todas las mañanas. Un dia que María salió de misa a hora más tardía que la acostumbrada, se cruzó en la rue de l'Assomption con un matrimonio bastante mayor, que parecía dirigirse al mercado. María, que ya caminaba hacia su casa, se detuvo de pronto. "Yo conozco a ese hombre", se dijo pensativa. Siguió adelante con aquella idea fija, pero, por más que se esforzaba por recordar, no llegaba a comprender cuándo ni dónde había visto a aquel señor moreno de pelo blanco con un pequeño tupé, que acababa de cruzarse con ella.

Ya estaba en la puerta de su casa, cuando, con decisión, dio la vuelta y se encaminó de nuevo hacia la rue de l'Assomption a toda prisa. Pensó que aquel hombre que tanto la intrigaba y la señora que le acompañaba--sin duda, su mujer, pues iban del brazo--estarían alrededor del mercado. Dió varias vueltas arriba y abajo de la calle sin dar con ellos. Cuando, ya aburrida, decidió volver a casa, renunciando a seguir sus aventuras detectivescas, vio de pronto salir de una "cremerie", con un paquetito en la mano, al señor de pelo blanco, precedido de la señora.

Se acercó a ellos y los examinó a cierta distancia. De repente, una chispa iluminó su memoria. "Alcalá Zamora", se dijo. Efectivamente así era. A María no dejó de impresionarle el ver en carne y hueso a aquel hombre a quien tantas veces había contemplado en las fotografías de periódicos y revistas.

La pareja seguía su paseo en dirección a la rue Renoir. Al llegar a ella, doblaron la esquina hacia la derecha. María les seguía a poca distancia y vio con asombro que se detenían delante de su propia casa. Tocaron el timbre, y la puerta, invisiblemente manejada por Mrs. Smith, se abrió suavemente, franqueándoles el paso.

No tardó María en comunicar el descubrimiento a todos los de la casa. Tras la pista siguieron las indagaciones, y para la noche, ya sabían que Alcalá Zamora, ex presidente de la República Española, y su esposa vivían en el primer piso, en compañía de su hijo y su nuera, esta última, hija del general Queipo de Llano." (nota mia: ¿¿¿no era el general Queipo de LLano del otro bando??? Qué lio...)

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One day when María (my aunt) came out of church, she saw a couple who she thought recognised--at least the man, who had white hair and a small toupee-- in the market that took place that day. She kept asking herself, WHERE had she seen that man?! She went home, but still kept thinking about him. She decided to go back and try to find him. After many walks around the market, she saw a man carrying a small package coming out of a "cremerie" with his wife preceding him. She looked at him from close-up. When it dawned on her that he was Alcalá-Zamora (ex-President of the Spanish Republic).

María followed them and, to her great surprise, saw that they stopped in front of her house and rang the bell. Mrs. Smith obligingly opened the front door.

It took no time for María to let all the tennants know of her findings. By the end of the evening everyone knew that Alcalá Zamora, ex-President of the Spanish Republic and his wife lived on the first floor along with their son and daughter-in-law, the latter, daughter of the General Queipo de Llano.
(What I ask is that, I believe, Gen. Queipo de Llano belonged to the other side...All, very confusing...)

domingo, 19 de abril de 2009

DIGNIDAD Y HONESTIDAD - DIGNITY AND HONESTY

Queridos tomad buena nota de este extracto:

"Entre los eibarreses y sus parientes, pronto lograron averiguar quienes eran los inquilinos que ocupaban el segundo piso de la casa. Se trataba de un prestigioso ingeniero, delegado del gobierno rojo, que se encargaba de varios suministros de la República. Tenía dos chicos de unos doce o catorce años, grandotes pero algo fofos y cloróticos. Hacían los recados y algunos trabajos de la casa, pues la madre, una guatemalteca lánguida y endeble, se pasaba la vida tumbada en un diván quejándose de toda clase de molestias y dolores. Vivían casi en la indigencia, ya que este delegado del gobierno republicano español era extremedamente riguroso de conciencia. Distaba mucho de tener la desfachatez de Feliu, el catalán del restaurante. A pesar de la importancia de las cantidades de dinero que pasaban por sus manos, el ingeniero se limitaba a vivir con el exiguo sueldo que le habían asignado como representante de la República española. Tan mal le pagaban que, después de sufrir durante unos meses la carencia de lo más necesario para vivir, se vieron obligados a llevar a sus hijos a un asilo de niños refugiados españoles que había en Compiegne.

Muchos años despues se dijo que, a la caida de la República, el dinero que quedó en las arcas del ingeniero como depósito del gobierno rojo seguía intacto e incrementándose continuamente con los intereses, pues él, ni en los momentos de mayor necesidad, echó mano de aquel dinero." (Nota mia: como ahora...)

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Two floors down from Miguel and María's room, lived an engineer with his sickly wife and two boys. He was a delegate of the Republican Government who handled a vast amount of money but who lived very austerely with just the meagre salary he received. So insufficiently was he paid that, often, it didn't cover their basic needs. He even had to send his boys to a especial asylum for Spanish refugee children in Compiegne.

Many years later, they found out that, at the fall of the Republican Government, the money that he received as deposit of said Government, was still in the engineer's account intact and generating more money due to the interests, since he, even in the worst moments of major needs, hadn't touched a penny.

sábado, 18 de abril de 2009

LA BUHARDILLA - THE ATTIC

"En el piso de los Larrabeiti ya no había sitio para Miguel y María, pero la portera les alquiló una habitación en la buhardilla de la misma casa. Era una "chambre de bonne" minúscula pero limpísima, con las paredes pintadas al óleo y un ancho ventanal sobre el tejado, desde el que se dominaba todo París.

Muy cerca, a la izquierda, la colina Chaillot, y enfrente, al otro lado del río, la torre Eiffel; a sus pies, el Sena, con la alargada silueta de la pequeñísima Isla de los Cisnes y el maravilloso panorama de la gran ciudad extendida hasta perderse de vista, en el que destacaban las torres y las cúpulas verdes o doradas de los Inválidos, del Panteón... Por la noche, un mar de brillantes luminarias daba la impresión de un cielo invertido y lleno de estrellas.

Les dieron un camastro suplementario, pues en la cama que tenía la habitación no podía dormir más que una persona. Era tan reducido el cuarto, que para abrir la puerta era preciso plegar el camastro, pero con la ventana abierta sobre el fantástico panorama de la gran urbe, tenían espacio de sobra.

Los que habitaban los demás cuartos de aquel piso debían ser pulcros y ordenados, pues la fuente común (nota mia: el típico "water" parisino cuyas necesidades tenían que hacerse de pie o, en cuclillas...) que había en el pasillo estaba siempre impecable. Es verdad que este aseo se lo debían en parte a la señora Smith, la cual, además de ocuparse del ascensor, de la puerta de entrada, de su marido (nota mia: el "almirante"...), de su gato y de su perro, se encargaba de la limpieza del pasillo y de cambiar las sábanas de las habitaciones cada ocho dias.

Como no hay nada mejor para pasarlo bien en este mundo que ser optimista, un señor solterón, contable de una tienda de comestibles, que ocupaba uno de aquellos cuartos, llegó incluso a organizar una pequeña fiesta de sociedad. Como no cabían todos los invitados en su habitación, se extendieron por el estrecho pasillo, por donde tambien circularon los bocadillos, las bandejas de pasteles y las botellas de vino y de champagne. Tambien María y Miguel fueron invitados por el amable anfitrión.

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In the Larrabeiti's apartment there was no more room for Miguel and María (pseudonyms of my aunt and uncle). They moved to a small room "chambre de bonne" (maid's room, typical in Parisian apartment buildings) in the attic which had a large window from where one could see all of Paris. The views were absolutely breathtaking; on the left was the Chaillot hill, in front and on the other side of the river, the Eiffel Tower, at their feet, the Seine with the long silhouette of the tiny Swan Island, the views extended until one lost sight with the green or golden towers and domes of the Invalids and the Pantheon standing out. At night, it was an ocean of lights! It looked like an inverted sky full of bright, shining stars.

They were given a new folding bed because the one that existed in the room, was suitable for just one person. The room was so small that in order to open the door they had to fold it but with the beautiful large window and the panoramic views, it was spacious enough.

The people that lived in the other rooms of that floor, seemed to be extremely clean because the typical standing-up toilet in the corridor was always impeccable, although it was also due to the concierge's Mrs. Smith's well-doing since, not only did she take care of the elevator, the front door, her husband, her cat and her dog but she also cleaned the corridors and changed the sheets every week.

Since there is nothing better in this world, in order to have a good time, than being optimistic, an unmarried gentleman who worked as a book-keeper in a grocery store, and lived in one of those rooms, decided to have a party. Since not all the guests could fit in his room they spread all over the narrow corridor where also sandwiches, trays of pastries, bottles of wine and champagne circulated. María and Miguel were also invited by this kind host.

viernes, 17 de abril de 2009

LA CASA DE LA RUE RENOIR - THE RUE RENOIR'S HOUSE

Queridos voy a ir publicando relatos de la historia de mis tios casi todos los dias porque a fin de mes me voy de vacaciones y no regresaré hasta el 17 de mayo. Espero que os gusten.

"La casa de la rue Renoir se llenaba de parientes y amigos de los eibarreses, que iban llegando de diferentes puntos de la España derrotada. Todos eran acogidos con generosidad y alegre irreflexión: ¡ya se encontraría trabajo para todos! En cuanto a los niños, ¡siempre habría un plato de macarrones para alimentarlos!

Las hijas de Larrabeiti acababan de llegar de Barcelona con la abuela. Como todos los niños, a quienes no les gusta la monotonía, estaban encantadas con lo que ocurría. Por de pronto, no tenían que ir a la escuela. Desde el principio del conflicto, las sacaron de Madrid para llevarlas a Barcelona. En la capital catalana, cambiaron de vivienda varias veces y presenciaron toda clase de manifestaciones, alborotos y disturbios en las calles, con cargas de caballería y carros blindados, asaltos a edificios, saqueos de tiendas y almacenes... Tambien habían visto unos esqueletos en sus féretros, puestos en pie, delante de una iglesia. Presenciaron nutridos desfiles de hombres que cantaban con el puño en alto y de mujeres vestidas con "mono", armados todos de fusiles y pistolas y enarbolando banderas rojas. Algunas veces pasaron bastante miedo... Luego, viajes en automóvil, en camión, en tren y en avión... y ahora en París, donde todo era nuevo para ellas.

Al dia siguiente de llegar, estaban asomadas al balcón y, de pronto, empezaron a dar gritos. La abuela y la tía, que se hallaban en la habitación, acudieron alarmadas.

--¿Qué pasa?

--¡Dos monjas!--gritaban-- Mirad: ¡son dos monjas!

Esto, para aquellas niñas españolas, era una visión asombrosa, pues hacía tiempo que en las calles de Madrid y Barcelona no se veía ni una monja ni un fraile.

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I'm going to post extracts of my aunt's book almost everyday since I'm going away on holidays at the end of this month and won't be back until May 17th. I hope you enjoy them.

"The Larrabeiti's house on the Rue Renoir was getting crowdier everyday. Relatives from all over Spain's loser's side kept arriving. They were all very generously,
happily, thoughtlessly, welcome: Work would be found for everyone! As regards to the children, there would always be a macarroni dish to feed them!

The Larrabeiti's daughters had just arrived from Barcelona with their grandmother. As all children, who don't like monotony, they were enthralled with what was happening. First of all, they didn't have to go to school. From the beginning of the conflict they were swept away from Madrid to Barcelona. In Barcelona, they changed residences quite often and witnessed many manifestations, civil uproars, disturbances with attacks from police-horse brigades, looting of stores and warehouses... They had also seen skeletons in their coffins standing up in front of a church. They witnessed many parades of men singing with their fists up in the air and women dressed in farmer's trousers armed with guns and rifles carrying red flags. Sometimes they were very scared. Afterwards, they travelled in cars, in trucks, in planes. Now, they were in Paris where everything was very strange and new to them.

The day after they arrived, they were looking out of the balcony when, all of a sudden, they started screaming. The grandmother and aunt, who were in the room, anxiously went to know what was happening.

--What's going on?

Two nuns!--they screamed--Look! Two nuns!

This, for two young Spanish girls was a surprising view as, during the war years, one didn't see a nun or priest anywhere in either Madrid or Barcelona.

jueves, 16 de abril de 2009

EL BAR - THE BAR

"El bar estaba en la bodega, por lo que no tenía más luz que la que recibía por dos estrechísimos luceros que daban a la calle. Para animar el ambiente y dar sensación de "colmao" andaluz, a alguien se le ocurrió simular dos ventanas debajo de los luceros. Para conseguirlo, colocaron un metro más abajo de éstos unos estantes sobre los que pusieron varios tiestos de geranios rojos, con potentes bombillas camufladas, para que pareciese que los iluminaba el sol de Andalucia. De un clavo, colgaron una jaula con un canario.

Una vez terminada la instalación de las ventanas andaluzas, hicieron las pruebas encendiendo las luces y quedaron satisfechísimos del resultado. Como las bombillas se hallaban ocultas, la luz, a través de las hojas de las plantas, iluminaba los rojos geranios, dando la sensación de que estaban a pleno sol. Hasta el canario se puso a cantar.

Detrás del bar disponían de una bodega totalmente oscura y sin ventilación, pero no había más remedio que aceptarla como estaba, y decidieron destinarla a almacén de víveres y botellas. Pronto pendieron del techo jamones, lomos, chorizos, etc., y se llenaron las estanterías de cajas y latas de conservas.

Tambien instalaron allí una especie de barril con un eje de tornillo ajustado a una paleta que se movía a mano por medio de una manivela. En aquella época, el complicado artefacto se empleaba para hacer helado, pero aquí tendría otra misión: se destinaría exclusivamente a la elaboración de la "garrafa", que era una especie de sangría escarchada.

Mientras en el restaurante seguían los preparativos, la resaca de la guerra continuaba removiendo los pueblos, arrojando a sus habitantes fuera de las fronteras...

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The bar was in the basement, therefore, didn't have much light except for two very small windows that faced the street. Someone decided to place two ledges underneath, covered with pots of red geraniums, and a hidden lighting system which would make it look very Andalucian. Beside them, a cage with a canary was hanged.

They turned the lights on; they were so strong that it did seem as if the sun of Andalucia shone on the geraniums. The canary started singing.

Behind the bar there was a storage room, very dark, which was used to keep all the material, food and drinks. Soon they hanged hams and different types of sausages and the shelves were filled with boxes and canned food.

Also a sort of barrel was installed. It was an artifact used for making ice cream but, in the bar, it would be used for making very cold sangría.

While arrangements continued upstairs in the restaurant, the Spanish war's aftermath still continued to provoke moves in every town, obliging many to flee and cross the French border...

lunes, 13 de abril de 2009

INCISO - INCISION

Mi admirado FERNANDO MANERO ha escrito este post y pide que lo divulguemos, lo cual hago encantada esperando que esa abuela pueda encontrarla:






13 de abril de 2009
Buscando desde Argentina a Clara Anahí Mariani por el mundo
Mi amigo Rubens Ferreira me envía desde Montevideo esta nota y la imagen que la acompaña (ampliarla mediante click del ratón/mouse). Me pide que la difunda en el blog, lo que hago con mucho gusto


"Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, ya está muy viejita. Quiere alcanzar a reencontrarse con su nieta. Ayudémosla a que su carta recorra el mundo y, en una de esas, genere dudas en alguien...

Reenviemos la carta hasta al menos pensado. Que su llamado pueda recorrer nuevos circuitos, que no quede restringido a personas vinculadas a organizaciones de derechos humanos, que pueda llegar hasta Clara Anahí !!!!

Gracias

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This is a call posted by my very admired FERNANDO MANERO in his blog, which needs to be circulated. It's an Argentinian grandmother, quite elderly and not well, who would like to find her grandaughter whose picture is above. The child's (she must be grown-up by now) name is Clara Anahí Mariani.

RICARDO MARIN

"Los preparativos del restaurante continuaban. El matrimonio Larrabeiti, una hermana de ella que acababa de llegar, las dos sobrinas, Miguel, María, las dos criadas que habían venido de Régil y la mujer del cocinero trabajaban sin descanso en dar cera al suelo, en la colocación de las mesas, sillas y cortinas, en la alineación de la reluciente batería de cobre en los estantes de la cocina...

Entre tanto, abajo, en el bar, el conocido dibujante español Ricardo Marín procedía a la decoración de las paredes. Este artista, aunque ya bastante viejo, era un dandy en su forma de vestir. Tenía el pelo blanco, fuerte y muy bien peinado, y unos bigotes poblados, con las guías hacía arriba, a lo káiser. Llevaba sombreros claros ribeteados de trencilla negra, y usaba siempre botines blancos. Nunca faltaba una flor en su ojal. Estaba cubriendo las paredes del bar con escenas taurinas pintadas al gouache. Los apuntes rápidos sobre tauromaquia eran su especialidad, y en las revistas españolas de aquella época, sobre todo en La Esfera, nunca faltaban los dibujos de Ricardo Marín. Tambien ilustró revistas extranjeras de gran prestigio. (Nota mia: prestad MUCHA atención a lo que viene ahora...) En los ejemplares numerados de la Edición Magna del Quijote aparecen muchos dibujos de este artista.

Entre las escenas con que Marín decoró las paredes del bar, la más destacada era una que representaba una "espantá" del Gallo, donde el famoso torero calvo, con la espada rota, sin una zapatilla y con cara de terror, aparecía recibiendo almohadillas, botas de vino, tomates, zapatos y otras clases de proyectiles que los indignados espectadores le arrojaban desde los tendidos."

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Preparations for the opening of the restaurant continued. The Larrabeitis, their sister-in-law, two nieces, Miguel and María, two maids and the chef's wife polished floors, arranged tables and chairs, hung courtains and decorated the kitchen with shining copper pots and pans...

Downstairs in the bar the Spanish artist, Ricardo Marín, was busily painting bullfighting scenes on the walls with gouache. He was an older man, very eccentric in his attire. He had white very strong, well-combed hair, a huge moustache with the ends pointed upward, Kayser-style. He wore black-braided white hats and white booties. He always had a flower in the buttonhole of his jacket. He was famous for his quick/sharp sketches of bullfighting scenes. Many of his drawings had appeared in prestigious Spanish magazines like "La Esfera" as well as foreign publications. He had also illustrated part of the "Magna Edition" of Don Quixote.

Among the scenes that Marin painted was one of the famous bald bullfighter "El Gallo" (The Rooster). It depicted a scene of a terrified man with his sword broken, without a shoe, being showered by cushions, leather wine bottles, tomatoes, shoes, and other objects that the angry crowd hurled at him from the seats of the bullring.

sábado, 11 de abril de 2009

EL RUSO - THE RUSSIAN

No quiero dejaros con el suspense...

"Apareció el ruso. Era un hombre rubio, bien vestido, de unos cuarenta y cinco años, alto y macizo, de rasgos un tanto mongoles, y llevaba bombín. Se comprometió a dejarlo todo como nuevo en dia y medio. Presentóse a la mañana siguiente muy temprano, con la misma indumentaria y un maletín donde traía una especie de balletas de alambre, unos pantalones de lona y una alpargata. Se descalzó y se despojó de casi toda su ropa, conservando únicamente los pantalones, sobre los que se enfundó los de lona. Sacó del maletín la gruesa alpargata, con la que se calzó el pie derecho, al que sujetó con una cuerda una de las bayetas de alambre y empezó su duro trabajo. Pero en lugar de hacerlo como normalmente se hace, con movimiento de adelante a atrás, el ruso movía el pie apretando la bayeta de derecha a izquierda, lo cual daba la sensación de ser muy penoso. En sus manos llevaba otra bayeta de alambre con la que rascaba los rincones y los peldaños de las escaleras que conducían al bar. Continuaba en su fatigoso y monótono trabajo sin descansar, sin dormir y sin comer. Únicamente fumaba y, de vez en cuando, bebía un sorbo de agua.

Hablaba poco, pero explicó por qué trabajaba de forma tan brutal. Había temporadas en las que era difícil obtener contratos, y ahora tenía que aprovechar los que le ofrecían en varios pabellones de la Exposición Universal, que estaba a punto de inaugurarse.

Durante todo el dia, toda la noche y la mañana del dia siguiente, el pie del ruso se movió cadenciosamente de un lado para otro, apretando el alambre contra el suelo. Rehusó todo alimento y bebida y se negó a detenerse en su trabajo cuando le requerían para que lo hiciera. Aseguraba que lo peor que puede hacerse en un caso de éstos es pararse en medio del esfuerzo, y que él no pensaba descansar hasta terminar la tarea.

Hacia el mediodia, dio por finalizado el trabajo, dejando las tablas del parqué como si acabasen de ser cortadas del árbol. Se metió en el cuarto de aseo y, a los veinte minutos, apareció rubicundo y rozagante, bien lavado y con el bombín puesto. Cobró y se marchó. Al poco rato, María y Miguel salieron con idea de tomar algo en el bar de una calle próxima. Allí se volvieron a encontrar con el ruso. Estaba en la barra, y, al verlos, se sonrió. Sobre el marmol del mostrador, el barman le había alineado cuatro dobles de cerveza y otras tantas copas dobles de ginebra (nota mia: creo que sería mas bien vodka...). Una por una y alternando, fue bebiendo sin pestañear las cuatro cervezas y las cuatro copas dobles de ginebra. Pagó, saludó a la pareja con el bombín y se marchó".

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The Russian showed up. He was elegantly dressed, blond, tall, forty-ish, well-built with slight Mongole features. He wore a bowler hat. He promised to have everything sparkling clean in a day and a half. The following day he came in the same attire carrying a briefcase from which he took out a pair of canvass trousers, two sort of rags made of wire and a large espadrille. He took off his shoes and shirt keeping only his trousers over which he put the canvass ones. Then he placed his right foot in the spadrille and with a rope, tied the wire rag at the bottom. He started scraping the floor from right to left. In his hands he carried the other wire rag with which he scraped corners and the sides of the stairs. He did this during the whole day, night and following morning. He didn't eat nor sleep. Sometimes he would just smoke a cigarette and drink a little bit of water.

They asked him why he didn't take a rest. He replied that since there wasn't much work and had been lucky to get a few contracts in the upcoming Universal Exhibition, he had to finish as soon as possible, besides, it was better not to take a break when so much effort was put into such a chore.
He finished near noon leaving the wooden floor as if it had been cut right from the tree. He went into the washroom and twenty minutes later, came out all blond and clean with his bowler hat on. He received his pay and left. A few minutes later, my aunt and uncle decided to go to a nearby café. There, they met up with the Russian once again. He was at the bar where the barman had placed in front of him four tall glasses of beer and four glasses of double gin and/or vodka. He drank each glass, alternating between them. Afterwards he smiled to my relatives, tipped his bowler hat and left.

viernes, 10 de abril de 2009

PARIS - EL RESTAURANTE - THE RESTAURANT

"El restaurante estaba muy bien situado, en una calle próxima a la Avenue George V. El propietario era un catalán de unos cuarenta años y ojos saltones, muy grande y muy chato. Vivía en París desde hacia unos meses y recibía dinero de Barcelona para comprar armas y material de guerra para la zona roja. Se sospechaba que parte del dinero destinado a los fusiles y cañones se estaba empleando en la compra de mobiliario, vajilla, cristalería, mantelerías, baterías de cocina, etc., todo ello muy poco apropiado para fines bélicos.

En torno al catalán, revoloteaban varios moscones. Aparte de los Larrabeiti, dueños en Madrid de un acreditado restaurante, (nota mia: trataré de enterarme cual era a través de mis parientes de Beraun. He llamado hoy pero todas las hermanas estaban en el Via Crucis... Lo intentaré mañana.) los cuales, además de la experiencia en el negocio, aportaban su cocinero, iban apareciendo secretarios y personajillos que venían a ver lo que se podía pescar. Entre ellos, la más viva fue una señora muy elegante y distinguida, mezcla de catalana y portorriqueña, a quien llamaban madame Poblet. Esta atractiva señora, que además de elegante era guapa, tenía dos hijas gemelas, cuyo padre, según madame Poblet, estaba en Canadá retenido por sus importantísimos negocios.

La señora Poblet captó fácilmente las voluntades del catalán y del eibarrés, quienes le confiaron todas las compras para la instalación del restaurante. Estas compras se realizaron sin control de ninguna clase, y así la señora Poblet, que no contaba en absoluto con las hipotéticas ganancias de su hipotético marido, pudo asegurar para un par de años el alquiler de su piso en París y la subsistencia de ella y de sus dos hijas.

Las obras estaban ya prácticamente terminadas, pero antes de empezar a colocar el mobiliario, las cortinas y demás, en el restaurante y en el bar, era preciso ocuparse de la limpieza del suelo que había quedado lleno de placas de yeso y de manchas de pintura. Para esta limpieza, les habían recomendado a un refugiado ruso de la época del zar, que vivía en Francia desde 1917. Pensaron que se trataría del patrón de algún equipo de limpieza, que haría su trabajo valiéndose de máquinas modernas. Pero no fue así..."

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The restaurant was in an excellent location close to the George V Avenue. The owner, a forty-year old catalán (from Catalonya - Barcelona, Costa Brava area) was a heavy tall man, pop-eyed and flat-nosed. He had been living in Paris for a few months receiving money from Barcelona to buy weapons and military paraphernalia for the "red" (Republican) faction. It was suspected that part of that money was used to buy the furniture, cutlery, tablecloths, glasses, pots and pans, instead of the guns and cannons...

Around the Larrabeitis, who had had a very successful restaurant in Madrid, had brought their own chef and had great experience in the business, as well as around the Catalán, many people swirled around them in order to find what they could get. The most successful was a very attractive lady, half-Catalán-half-Puertorican, known as Madame Poblet. This very elegant and beautiful woman who had twin daughters, said that her husband was retained in Canada due to his many work responsibilities.

This lady managed to seduce both the Larrabeitis and the Catalán. She ended up buying all the necessary utilities of the restaurant without any control whatsoever. This way she managed to have her rent secured for two years for her daughters and herself.

The restaurant was nearly finished but it needed a good scrubbing to get the plaster and the paint off the floor. To do this, they had been recommended that they use the services of an exiled Russian Tzarist who had been living in Paris since 1917. They thought that he was the head of a cleaning company or that he used the latest cleaning machinery but that was not the case...

jueves, 9 de abril de 2009

PARIS (4) y BALZAC

"Los Larrabeiti les recibieron en su casa de Passy, una mansión anticuada, pero grande y muy lujosa, y, sobre todo, admirablemente situada en la rue Renoir. Enfrente, al otro lado de la calle, se levantaba una casita, una especie de pequeño palacete, que había sido la morada de Balzac durante muchos años y en la que éste había escrito treinta y seis de sus novelas. Por ese motivo había escapado de las garras de los contratistas (nota mia: especuladores inmobiliarios...) que habrían destruido la casita para construir en su magnífico solar un edificio de muchos pisos. (Nota mia de nuevo: prueba de que habría que mantener intacta la casa de ALEIXANDRE, nuestro laureado poeta y premio Nobel).

A ambos lados de la casa de Balzac aparecía, cerrado por rejas, un hermoso jardín que bajaba en pronunciada pendiente hasta los muelles del Sena, lo cual hacía de aquella zona un lugar notablemente despejado.

Los eibarreses habían traido consigo a dos sobrinas, pero la casa era grande y, por el momento, había sitio para María y Miguel.

La portera, una mujer muy agradable, era bastante joven, a pesar de tener el pelo completamente blanco. Estaba casada con un inglés altísimo, portero de un gran hotel de lujo. Cuando mister Smith, para ir al trabajo, se ponía el levitón marrón con doble fila de botones dorados y la gorra de plato con galones, resultaba verdaderamente imponente.

Los eibarreses le dijeron a Miguel que en los otros pisos de aquella casa debían de vivir personas de mucha importancia, pero todavía no se habían podido enterar de quiénes eran, pues nunca se les veía..."

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Once in Paris, the Larrabeiti family lodged them for a while in their spacious flat. There was room for them, as well as for the two nieces the family had brought with them to work in the restaurant.

The house was extremely well situated in Passy, in the Rue Renoir. Across the street, there was a small palace-type house where Balzac had lived for many years and had written thirty-six of his novels. Due to this fact, luckily, the house hadn't been destroyed and a block of apartments built in its marvellous site. On both sides of Balzac's house, locked by an iron-grilled gate, there was a sprawling garden that descended all the way to the quays of the Seine. Therefore, the area was devoid of unpleasant views and was quite open and clear.

The "concierge", a young woman although her hair was completely white, was married to an extremely tall Englishman who worked as doorman in a very luxurious hotel. It was a sight to see Mr. Smith go to work in his flashing uniform with his brown frock coat bordered by a double string of golden buttons and his braided dish-shaped cap. He was quite impressive.

The Larrabeitis told my relatives that very important people seemed to live in their building, however, they didn't know who they were as no one had seen them yet.

martes, 7 de abril de 2009

PARIS (3)

"Bastante triste, y no tan ilusionado, iba en el mismo tren un joven matrimonio de Irún, con un niño recien nacido. Les habían quemado todo, y, por las ideas avanzadas del marido, no podrían entrar en España en mucho tiempo. Un pariente, que desde hacía cinco años vivía en Venezuela, les había ofrecido una colocación aceptable en un banco de Caracas, y allí se iban.

Al despedirse de María en Burdeos, la mujer tenía los ojos cuajados de lágrimas.

La congoja de esta despedida fue suavizada por la entrada en el vagón de un alborotador grupo de fuertes y alegres muchachos de un equipo de fútbol bordelés. Se dirigían a jugar un partido en París.

La alegría de María fue enorme cuando reconoció entre ellos a dos jugadores del Real Unión de Irún. Uno de ellos era "back" o zaguero. En aquella época, los jugadores no tenían tanta movilidad, y el "back" quedaba siempre de medio campo para abajo, para despejar de un patadón los balones que llegaban a su jurisdicción. Por eso el "back" era casi siempre muy alto y, sobre todo, macizo. A este del Real Unión, que ahora formaba parte del Stade Bordelais, le llamaban "El Tanque". (Nota mia: alucino con los conocimientos fútbolísticos de mi tia...)

No parecía que el exilio entristeciera demasiado a aquellos muchachos, que pasaron el viaje entre cantos, risas y juegos de cartas.

Miguel, que estaba esperando en la estación del Quay d'Orsay, quedó asombrado cuando, vio bajar del tren la frágil figura de su mujer, escoltada por un grupo de atléticos mocetones. Uno de ellos llevaba la pesada maleta de María como si llevase un paquete de caramelos. (Continuará)

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In the train compartment, a young couple from Irún with a small baby were, very gloomily, leaving for Venezuela. They got off in Bordeaux saying a very sad, teary goodbye to my aunt.
At the same time a rowdy soccer team entered the compartment. My aunt recognised two of them who had played in Irún's "Real Unión" team. They were on their way to play a game in Paris. They were young, handsome, strong (one of them was known as "The Tank") and seemed to be very happy because they spent the trip laughing, singing songs and playing cards. A great change from the depressive state of the situation.

When my aunt arrived at the Quay d'Orsay, her husband was waiting for her and was very surprised to see his frail, delicate, wife surrounded by all these hunks. One of them carried her heavy suitcase as if it was a bag of candies!

lunes, 6 de abril de 2009

PARIS (2)

Mi tia y su recien encontrada amiga, Pepita Urcelay, y familia se sentaron en un café "para contarse sus calamidades":

"Ellos estaban preparando la documentación para marcharse a Brasil. Julián (nota mia: el marido de Pepita) era un abogado excesivamente bondadoso y desprovisto de toda malicia, ambas cosas bastante perjudiciales para prosperar en su carrera. De todas formas, él había vivido tranquilamente con su familia en Pamplona. Tenía un empleo en la Diputación y lo que ganaba cubría con creces las necesidades de todos.

La política no le interesaba en absoluto, pero tuvo la mala suerte de que su hermano mayor fuese presidente del Centro Repúblicano de Pamplona, y esto, al empezar el conflicto español, constituía en Navarra un delito espantoso--explicó Pepita.

Los requetés persiguieron a los hermanos de Julián sañudamente. Al presidente del Centro Repúblicano y al más pequeño de los hermanos los fusilaron sin miramientos. Al segundo, que era Julián, no lo pudieron atrapar. Se había escondido en el desván de la casa de unos amigos que, aunque eran de derechas, lo protegieron. Cuando venían a registrar los pisos, Julián salía por el lucero al tejado y se ocultaba dentro de una chimenea. Volvía a entrar en el desván cuando le anunciaban que había pasado el peligro. Así pasó siete dias angustiosos, hasta que otros bondadosos amigos, que habían logrado obtener pasaporte para trasladar a la mujer y a los hijos de Julián a Francia, pudieron también llevar a éste, escondido en el maletero del coche. Se hallaban en Bayona desde hacia tres dias, y tan horrorizados estaban de lo que habían presenciado, que se marchaban a América para siempre.

María no quiso decirles que al marido de Merceditas, una prima de Pepita a la que ésta consideraba como una hermana, lo habían fusilado los del otro bando, juntamente con otros militares, en el cuartel de Loyola, de San Sebastián.

María y sus amigos se despidieron con profunda tristeza, presintiendo que no se volverían a ver jamás.

María pasó la noche en un sillón, en casa de unos amigos, y se presentó en la "gendarmerie" a primeras horas de la mañana siguiente. Valiéndose de la influencia de estos amigos, consiguió para Miguel un documento más o menos válido para circular por Francia. Al dia siguiente se metió en el tren llena de ilusiones. (continuará)

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My aunt and her friends sat in a café and told eachother their plights. They were in Bayonne to arrange their papers in order to go to Brasil. Julián, my aunt's friend's husband, was a lawyer that lived quite well in Pamplona. He wasn't interested in politics at all, but he had the bad luck that his older brother had been the President of Pamplona's Republican Centre. Of course, he was executed as well as his younger brother. Julián managed to escape due to the hospitality of friends, who, even though they were rightists (favourable of Franco), hid him in the attic. Whenever soldiers came to inspect, he would climb to the roof and hide inside the chimney. This went on for seven days full of anguish.

He managed to escape due to other kind friends who were able to obtain passports for his wife and children. These friends drove them to France with Julián inside the boot/trunk.
They were so appalled by all that they had witnessed that they were leaving to America forever.

My aunt and her friends, very sadly, said goodbye. Deep down, they had the feeling that they wouldn't see eachother ever again.

Next day my aunt managed to get a pass for my uncle and, excitedly, took the train to Paris.

domingo, 5 de abril de 2009

PARIS

Siguen las aventuras del matrimonio "Zumeta" Miguel y María (que cómo muchos ya sabeis son los pseudónimos que mi tía Lolita se adjudicó a ella y a su marido al escribir su libro):

"A pesar de la venta de jabones y de pajaritos y flores de ganchillo, la situación financiera de Miguel y María era francamente mala. Además, ahora que las cosas se habían casi normalizado en la frontera, comenzaban a sentir nostalgia de su país.

Se acordaban de sus familiares, de las excursiones a las Peñas de Aya, de los baños en las rocas próximas al faro de Higuer... (Nota mia: aunque mi tia huyó a Francia con sus cinco hijos y debido a las penurias que pasaban, otros tios de San Sebastián--que podían entrar y salir sin problemas--recogieron a los niños y se los llevaron con ellos a esa ciudad).

Muchas tardes, se acercaban a las orillas del Bidasoa. En las cercanías de la isla de los Faisanes, en la parte francesa del río, solía haber refugiados que esperaban que algún pariente apareciera en la orilla de enfrente. La carretera que bordeaba el río estaba muy vigilada. Las garitas de los centinelas aparecían amenazadoras, pero los vigilantes hacían la vista gorda, y, cuando se daban cuenta de que se entablaba una conversación entre las dos márgenes del río, se alejaban un poco.

Una tarde María y Miguel recibieron la visita de un matrimonio conocido de Eibar, los Larrabeiti. Estaban montando un restaurante español en París y habían venido a buscar personal para el servicio.

María y Miguel se miraron. María dijo tímidamente:
--¿No podríais emplearnos a nosotros?

El matrimonio eibarrés quedó perplejo. En un principio, la proposición les pareció descabellada, pero siguieron hablando del asunto y al fin llegaron a la conclusión de que muy bien podrían Miguel y María trabajar en el bar que estaban instalando en la bodega del restaurante. (Nota mia: no olvidemos de que mi tio Luis era hijo del millonetis de Irún--el del palacio-- y mi tia, hija del pintor Salís y sobrina del alcalde republicano de Irún)

Ocho dias despues, tras de encontrar sustituto para las ventas de los pajaritos y de las flores de las señoritas de Urruticoerrota, María y Miguel empezaron a preparar las maletas.

El restaurante no estaba aún completamente instalado, pero los Larrabeiti pensaron que les vendría muy bien contar con Miguel para los últimos preparativos. María tenía pasaporte, pero Miguel se encontraba sin ninguna clase de documento, y en París seguramente se vería obligado a presentar alguno.

Las autoridades francesas, conscientes de la situación angustiosa de los refugiados españoles--la mayor parte de los cuales carecía de documentación a causa de su precipitada huída--expedían con relativa facilidad una especie de salvoconducto.

En la "gendarmerie" de Biarritz le prometieron que se lo concederían a Miguel, pero le advirtieron que seguramente tendría que esperar algunos dias. Como urgía su presencia en el restaurante, Miguel salió para París dejando a su mujer el encargo de recoger el salvoconducto, tarea que no resultó tan fácil como se pensaba, pues tenían que expedirlo en Bayona, y allí tuvo que ir María una tarde. Desde la estación, caminó hacia el pueblo. En el puente sobre el Adour se encontró con su amiga Pepita Urcelay, que vivía en Pamplona. Iba acompañada de su marido y tres niños pequeños, dos de ellos gemelos. (Continuará)

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Even though my relatives continued selling soaps and crocheted birds and flowers, they realized that money was scarce. A couple they knew came to visit them and told them that they were opening a Spanish restaurant in Paris and that they had come to find personnel for the establishment. My aunt and uncle looked at eachother, and my aunt, timidly, offered their services. The couple were very surprised with the offering because, after all, my uncle was the son of the richest man in Irún--the one that had the palace--and my aunt was the niece of the Republican mayor of Irún. After a few conversations the couple agreed to hire them.

My aunt had a passport but my uncle didn't have any papers whatsoever and they knew that in Paris they would be needed. The French authorities were quite permissive at the time, due to all the Spanish refugees that had fled Spain without any papers; they provided special passes. At the "gendarmerie" in Biarritz they promised that they would provide my uncle with a pass, however, it would take a few days for it to arrive. Since my uncle's presence in the restaurant was urgent, he left for Paris and, in the meantime, my aunt was in charge of getting the passes which didn't turn out to be as easy as she had thought. She had to go to Bayonne to get them. She took the train and from the station she walked into town, on the bridge over the "Adour" she bumped into one of her friends, Pepita Urcelay who lived in Pamplona. She was with her husband and three small children, two of them twins. (It will continue)

jueves, 2 de abril de 2009

LAS "MEJICANAS" - THE "MEXICANS"

Sigo con las historias de mis tios:

"Para poder seguir aguantando en el exilio, Miguel se dedicaba a vender en las casas de los refugiados españoles los jabones que un bilbaíno, primo suyo, fabricaba en una barraca del barrio de Saint Esprit de Bayona (nota mia: ésto debió de ser el principio de la fábrica/perfumería "GAL" lo corroboraré con mis parientes de Beraun y luego os digo algo). María por su lado, colocaba en depósito, en las "boutiques" de Hendaya y de San Juan de Luz, los pajaritos y las flores de ganchillo que confeccionaban las dos señoras que vivían en la buhardilla de su casa. Los ingresos que les proporcionaban estas dos pequeñas industrias les ayudaban a subsistir.

Las dos señoras de los pajaritos de ganchillo eran solteronas, beatas y muy hurañas. Las llamaban "las mejicanas", aunque eran vizcainas, porque el padre había vivido unos años en Méjico, donde se casó con una nativa.

Estas "mejicanas" habían nacido en Galdácano, pero hacia muchos años que vivían en Irún, donde se construyeron una hermosa casa de pisos, de cuyas rentas vivían.

María las conocía de vista nada mas, pues eran muy introvertidas y habían vivido siempre aisladas, con una criada tan huraña como ellas. Apenas tenían contacto con la gente. Mañana y tarde, pasaban horas enteras metidas en la parroquia, sumergidas en misas, triduos, novenas y ejercicios espirituales. Su único contacto humano era el que tenían en la puerta de la iglesia con los curas que se dejasen atrapar. Enfrente de una sotana, las señoritas Urruticoerrota se transformaban hasta parecer comunicativas y aun locuaces.

A María y Miguel les extrañó mucho ver a estas recatadas y poco agresivas señoras entre la colonia de rojos que se había refugiado en Francia. Luego se enteraron de que las señoritas de Urruticoerrota eran fervientes nacionalistas vascas. Las "mejicanas" no tardaron en establecer comunicación con el matrimonio que vivía en la misma casa. Con Miguel mantenían largas conversaciones. Tenían ganas de expansionarse y estaban muy excitadas por las malas noticias que llegaban de la guerra. Compraban todos los periódicos y los leían de cabo a rabo para enterarse de la marcha de los acontecimientos. Procuraban encontrarse con Miguel para saber las noticias que traían los refugiados recién llegados, que muchas veces eran más verídicas que las de la prensa. Las señoritas de Urruticoerrota estaban enteradísimas de los nombres de los batallones y de las divisiones acorazadas, sabían con exactitud el número de aviones italianos y alemanes que tomaban parte en la contienda y conocían los nombres de todos los generales de ambos bandos. Si las noticias eran muy malas, siempre buscaban consuelo en la misma frase esperanzada:

-- Nos han dicho que va a haber un contraataque.


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In order to survive my uncle started selling bars of soap, that one of his cousins produced in a small hut in Bayonne and my aunt went around the boutiques of Hendaye and St. Jean de Luz leaving in deposit, birds and flowers made of crochet, that had been crocheted by the two ladies that lived upstairs from them.

These two ladies were extremely pious and unsociable spinsters. They were called the "Mexicans" because, even though they were born in Galdácano (town close to Bilbao), their father a Basque that had lived in Mexico had married a local. They had lived in Irún for many years and my aunt knew them by sight. She had never spoken to them because they were very introverted and never spoke to anyone except their maid who was just as unfriendly as they were. They were always in church, attending masses, spiritual retreats, rosaries and their faces lit up only when there was a priest around...

My relatives were very surprised to find them living in Hendaye among all the "red" refugees. Later they found out that they were ardent Basque nationalists. Soon they made contact with my aunt and uncle. They enjoyed talking to my uncle about how the war was continuing and what were the latest news the recent refugees told him. They read all the newspapers and knew the names of every batallion, the exact number of Italian and German planes that took part in the scrimmage and the names of all the generals on both sides.
When news were bad, they always consoled themselves with the statement: "We've heard there is going to be a counter-attack".